La valvulina es un aceite lubricante utilizado en los sistemas de transmisión, transferencia y ejes de vehículos. Su principal función es la de reducir la fricción entre las piezas que componen estos sistemas, lo que ayuda a prevenir su desgaste prematuro y a prolongar su vida útil.

Entre los materiales utilizados en la fabricación de la valvulina se encuentran aceites minerales, sintéticos y semisintéticos, así como aditivos específicos para mejorar sus propiedades lubricantes.

Para optimizar su funcionamiento, es importante seleccionar la valvulina adecuada para cada aplicación en particular, ya que diferentes tipos de transmisiones y ejes requieren de formulaciones específicas.

El modo de uso de la valvulina implica el drenado completo del aceite antiguo y su posterior reemplazo por el nuevo lubricante, siguiendo las indicaciones del fabricante del vehículo. Es importante también verificar el nivel de la valvulina regularmente y reemplazarla según las recomendaciones del fabricante.

En cuanto a las generalidades y recomendaciones, es importante destacar que la valvulina debe ser almacenada en un lugar seco y limpio, alejado de la luz solar directa y fuentes de calor. También se debe evitar mezclar diferentes tipos de valvulina o utilizar lubricantes que no cumplan con las especificaciones requeridas por el fabricante.