Los antiruidos, también conocidos como “shims”, son piezas que se colocan entre las pastillas de freno y las superficies de contacto del caliper o la mordaza de freno para reducir el ruido producido por la fricción de las pastillas de freno. Están diseñados para amortiguar las vibraciones que se producen en las pastillas de freno al pisar el freno, lo que puede generar ruido molesto.

Los antiruidos están hechos de materiales suaves y flexibles como goma o plástico, y son una parte importante del sistema de frenos de un vehículo, ya que reducen el ruido y, por lo tanto, mejoran la comodidad del conductor y los pasajeros.

Es importante seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo para el reemplazo de los antiruidos, ya que su duración depende de la calidad del material, la frecuencia de uso y las condiciones de conducción. Generalmente se recomienda revisar y, si es necesario, reemplazar los antiruidos en cada cambio de pastillas de freno o cada 30,000 kilómetros. También es importante verificar el estado de los antiruidos durante el mantenimiento preventivo del vehículo y reemplazarlos si están desgastados o dañados.